viernes, 22 de abril de 2011

El arte de no fingir

Uno de los preceptos más estimables a tener en cuenta a la hora de escribir bien poéticamente o de hacer buena poesía es saber que en este arte no caben la mentira, la falsedad ni el fingimiento. Al decir esto nos estamos refiriendo, claro está, a la poesía con mayúsculas, la de mayor aliento, la más pura y lírica, la que sirve de expresión a los más acendrados sentimientos y es capaz de reflejar, en toda su intensidad, las pasiones más bellas o, cuando menos, las experiencias más humanas.

martes, 19 de abril de 2011

Poema LXVIII

LA ILUSIÓN (DILEMA)

Stella splendens

Como recién nacida,
ignorándolo todo,
inmune al desaliento, ciega
y sorda a la razón,
semidesnuda y sin bagaje
—la cubre sólo
un dulce sueño de sábanas blancas—,
el rostro ardiente,
temblando toda de pasión y fe.


Así la miro.
Con emoción no exenta de tristeza,
su actual belleza, su ingenua hermosura,
frágil y efímera, contemplo.
Su audacia con olor
de primavera hasta tal punto
me solicita y me conmueve
que tentado estoy de olvidar
la realidad: del paso del tiempo
la infinita crueldad, cómo de crudo
es el invierno, qué difícil
de evitar es
la victoria —súbita o paulatina,
pero siempre mortal— del desencanto...
y cómo es verdad, para que el amor
perdure, que hay que renunciar
a la felicidad por siempre
y a la suprema dicha de alcanzarlo.


Como recién nacida,
inmune al desaliento,
semidesnuda,
temblando toda de pasión y fe.

Así la veo.



Febrero - Marzo de 2011