EXHORTACIÓN
Ávidos cuervos, al son batiente volad
de negras alas;
surcad, si os place, la misma esfera;
herid, siniestros, un punto acaso,
mi mirada,
que habréis de dar en vano el vuelo:
por más que indaguen turbios ojos
no habrán desechos ni despojos;
que Amor se ciñe a mi cuidado,
el campo ofrece cultivado,
limpio, pulcro, conservado.
Región habéis yerma y desolada;
de espinas, allí, escorias y rastrojos
haréis estéril nido:
buscad un campo adusto, yermo, abandonado;
buscad terrenos libres de dulzuras
y cuidados,
que de aquí ni en las garras
ni en el pico
podréis llevaros botín rico
ahora que Amor es mi aliado.
Junio de 1992