jueves, 21 de marzo de 2013

Poema LXXIV

BESO







Beso tus cabellos recién lavados,
me embriago en su perfume.
Por un instante —eterno—
no existe nada más
en la intensa, total oscuridad.

En la estancia cerrada,
lejos del mundo,
no necesito
abrir los ojos, esta noche
—ni que los abras tú, de espaldas
a mí, ni que me sientas—,
un breve instante, mientras beso
tus cabellos recién lavados.

Tan suavemente beso
tus cabellos, tan delicadamente,
que es suficiente un leve roce
de mis labios para sentirme,
en este instante —mágico y eterno—,
el más feliz,
el más dichoso de los hombres,
porque percibo
el olor de tus cabellos, tan cerca,
en la intensa, total
oscuridad, y su perfume
me embriaga.



17-20 de Marzo de 2013